Mi encuentro con la Terapia Gestalt.
Durante años he estado buscando mi propósito en esta vida. Sabía que necesitaba sentirme útil, necesitaba poder aportar, pero no sabía como. A lo largo de ese camino de búsqueda me forme en diferentes técnicas terapéuticas tanto corporales y energéticas con la continua sensación de que me seguía faltando algo. Los clientes que llegaban a mi consulta solían presentar más trastornos somato-emocional que lesiones físicas. Sus dolores físicos solían estar provocados por tensiones de origen emocional, como estrés, burnout, o situaciones de bloqueo vital. Cuando una de mis clientas conectó, después de varias sesiones en camilla, con un abuso reprimido vivido durante la infancia mi sensación de inadecuación al no saber como acompañar y sostener ese momento, despertó en mi el deseo de formarme.
Había oído hablar mucho de la Terapia Gestalt y me despertaba mucha curiosidad. Y cuando mi madre murió de forma repentina y inesperada decidí buscar un Terapeuta Gestalt para que me acompañara en mi proceso de duelo y al mismo tiempo vivenciar en primera persona en que consistía esta terapia.
La primera sesión fue un autentico flechazo. Sentí que no solo había encontrado la terapia para mi como clienta, sino que también había encontrado el paraguas profesional bajo el cual unir el trabajo corporal, emocional, cognitivo y espiritual en el cual me había formado hasta entonces.
En que consiste la terapia Gestalt?
Se trata de una terapia humanista, fenomenológica, que considera la persona en su totalidad y en su momento presente.
Creada por el psiquiatra Fritz Perls, la psicóloga Laura Perls, y el sociólogo Paul Goodman, también es llamada Terapia del Contacto, ya que fomenta no solo el contacto con uno mismo, con las propias emociones, sensaciones y pensamientos sino también con lo que se denomina la frontera de contacto (situada entre nuestro mundo interno y el externo).
Más que una forma de terapia, la Gestalt se convierte casi en una forma de concebir el mundo, una filosofía existencial donde la atención, más que focalizarse en los orígenes del problema, realmente se focaliza en el tomar consciencia de en qué forma este problema se organiza en el presente. Tiene como objetivo, más que entender el “porqué” de las situaciones, en descubrir el “cómo” y el “para qué” de la situación presente.
Esto significa que gran parte del trabajo terapéutico se centra en llevar al cliente hacia un “darse cuenta” de cuáles son sus estrategias de contacto y cuánto esas estrategias favorecen o perturban su relación con el mundo y/o consigo mismo.
Durante las sesiones terapéuticas las personas descubren, cual es su forma de relacionarse consigo mismo y/o con su entorno, el “para que” han desarrollado esa forma de contacto en el arco de su vida, y como esa interacción consigo mismos y/o con su entorno toma forma en el presente. Los conflictos y las dificultades vienen entendidas en el conjunto más amplio de su contexto.
La terapia Gestalt se basa por lo tanto en el darse cuenta de los propios actos, de las propias emociones, y creencias fomentando de esa manera la auto aceptación y una mayor auto estima.
Para conseguir este nivel de consciencia, el terapeuta ayuda el cliente a afinar su atención y su “awareness”
Fuertemente influenciada por filosofías orientales como el Zen o el Tao, la Gestalt emplea recursos tales como la meditación o la visualización para facilitar “la reconexión con uno mismo” y se basa en el concepto del “aquí y ahora”.
Se trata de un viaje de introspección para descubrir los ajustes desarrollados en momentos concretos de la vida para relacionarse con uno mismo o el entorno, y poder encontrar nuevas soluciones al identificar y reconocer cómo nos hacen sentir esos ajustes en nuestro presente.
La terapia Gestalt enseña a discernir entre aquello que corresponde a la fantasía (imaginario), la anticipación, y lo concreto/real (lo obvio) del presente. Por lo tanto, es una terapia poco interpretativa, donde la persona (cliente) es el experto en su malestar, y aprende a través de una observación fina de su aquí y ahora, a comprender, auto-apoyarse, y soltar.
La Gestalt me ha enseñado a darme cuenta de que forma me relaciono conmigo misma, a ser consciente de cómo me juzgo, de lo exigente que soy conmigo, de la enorme necesidad que tengo de sentirme querida, de mi miedo al rechazo y de la poca tregua que me doy. He aprendido a acoger las diferentes partes de mi, a aceptarme, quererme y reírme con mi misma de mi misma. Hoy soy mas consciente del «desde que parte de mi» me relaciono con los demás, de que forma me muestro al otro, y de lo que hago y/o dejor de hacer para entrar en contacto con el otro.
¿Y tu? ¿Cuanto eres consciente de cómo te muestras o no te muestras? ¿Como te relacionas con tus familiares? Cuales son tus mecanismos de contacto?